La tendencia mundial es tener vehículos cada vez más seguros y amigables con el medio ambiente, para conseguirlo los fabricantes de vehículos invierten muchos recursos en el desarrollo de tecnología de punta que asegure estas dos características. El freno para incorporar vehículos modernos en México no es la disponibilidad de producto, sino la infraestructura energética, sumado a la accesibilidad de financiamiento y el apoyo gubernamental.
Sin duda es necesario tener vehículos más nuevos y seguros, tomando en cuenta que más del 30% del parque vehicular supera los 20 años de antigüedad, mientras que la edad promedio de tractocamiones ronda los 19 años y en camiones de casi 23 años.
?En nuestro país tenemos un gran reto: impulsar la renovación vehicular principalmente en los micro y pequeños empresarios, porque necesitan ese empujón para poder transicionar a vehículos más modernos?, detalló en entrevista Miguel Elizalde, presidente ejecutivo de la Asociación Nacional de Productores de Autobuses, Camiones y Tractocamiones (ANPACT).
Para estimular el diálogo, ANPACT ha sostenido reuniones con la Secretaría de Economía (SE), la Secretaría de Infraestructura, Comunicaciones y Transportes (SICT), la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE), la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) y la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat).
?Impulsamos el tema de la renovación vehicular por los beneficios que tiene en salud pública y en mejorar la competitividad de los transportistas, pero estamos ciertos que hay muchos transportistas que no son sujetos de crédito y que necesitan un aval, el gran tema es que son microempresas que necesitan macrocréditos, porque usualmente los préstamos para ellos son pequeños, esto es lo que hace complejo el tema y es justamente en donde tienen que entrar la banca de desarrollo?, detalló Elizalde.
Sin embargo, a pesar de la urgencia de renovar el parque vehicular con tecnologías más limpias, a la fecha no existe un proyecto gubernamental que contemple este tema como prioritario, tal como lo ha hecho el gobierno de Estados Unidos como parte de su plan antiinflacionario en el que se incluyeron inversiones a mediano plazo en diferentes sectores como edificios, trasporte y descarbonización de la industria.
?Se han mantenido algunos programas con Nacional Financiera y hemos participado en algunas mesas de trabajo con la SHCP, pero lo que vemos es que muchos de los apoyos no se están canalizando a las microempresas, sino directamente a las personas, entendemos que esta administración está enfocada en ayudar a las personas sobre las empresas, inclusive si estas microempresas son de dos personas, lo que observamos como un área de oportunidad?, expuso Elizalde.
A decir del presidente ejecutivo de la ANPACT, para lograr el objetivo es necesario que el gobierno ejerza como aval de los micro empresarios del autotransporte. Indicó que el problema es que el transportista que no es sujeto de crédito no podrá salir del ciclo negativo en el que su unidad pasa más tiempo en el taller que en la calle, con el consecuente incremento de costos de mantenimiento.
?Insistimos en la profesionalización del sector, hay un área de oportunidad grande para que los micro y pequeños empresarios accedan a financiamientos que se adapten a sus necesidades, pero el gobierno se debe involucrar porque el beneficio en la reducción de emisiones y seguridad vial es para toda la sociedad. Pero también mejoraría la plataforma logística del país, porque robustece al autotransporte que es el eslabón principal en la cadena logística?, explicó.